miércoles, 29 de septiembre de 2010

A propósito de la huelga.

Vivimos en una democracia, y yo voy y me lo creo. Los partidos políticos sean cuales sean hacen lo que quieren una vez que son elegidos. Son servidores del pueblo, sus representantes, pero entonces… ¿Por qué no escuchan a todas las personas para las que trabajan? que son nada más y nada menos que todo un país. En cambio nos llevan a la guerra o abaratan despidos, congelan pensiones etc. Da igual el partido, TODOS HACEN LO MISMO, por no mencionar que en nuestra querida democracia tenemos mas de 2 partidos políticos para elegir, señoras y señores, pero todavía no se le ha dado la oportunidad a otros partidos que no sean los de siempre.
Hoy día 29 de septiembre del 2010 tenemos una huelga general. Hemos llegado a esto a causa del desacuerdo que hay hacia la reforma laboral. Ya que supuestamente estamos en una democracia, todo trabajador tiene derecho a huelga. Hasta ahí todo correcto. ¿Pero qué hay de las personas que no quieren ir a la huelga? ¿Por qué tiene que haber una figura llamada “piquete” para obligar a los negocios a cerrar? ¿Es eso una democracia? ¿Personas imponiendo a otras lo que deben hacer? Eso es justamente por lo que protestan ellos. He visto en los telediarios y he oído en la radio las noticias para seguir la huelga general de hoy. Me he encontrado con gente quemando mobiliario urbano, obligando a otros trabajadores que no querían hacer huelga a que dejaran su jornada laboral, algunos incluso por la fuerza. He visto cómo le metían fuego a ruedas de coches, sellaban cerraduras para que nos niños y niñas de España no pudieran acudir al colegio. La lista sigue y sigue.
Hay muchos niñatos/as que usan las huelgas como excusa para poder generar violencia. Es cómo un “hoy todo vale” dejando su conciencia a un lado (si es que la tienen porque algunos ni eso) y se lanzan a romper, quemar, y agredir. Lo mas gracioso es que muchos de ellos/as ni estudian ni trabajan. Por culpa de esas personas las huelgas no son lo que deberían de ser, el derecho de todo ciudadano a protestar por una situación con la que están en desacuerdo. Luego van lloriqueando porque han recibido golpes de manos de la policía o la protección civil, que dos buenos bandos se mezclan. Soy de las que piensan que por desgracia algunos sádicos retorcidos se cuelan en nuestros cuerpos del orden y con la huelga también se dan permiso a ellos y a sus conciencias para hartar de palos al que pillen por su camino. Los niñatos/as los provocan, pero también reciben ciudadanos que sólo querían protestar. Hago hincapié en una cosa y que quede bien claro: NO ESTOY DICIENDO QUE EN TODOS LOS CUERPOS DE SEGURIDAD SE DÉ EL CASO DE COMPONENTES VIOLENTOS, SÓLO DIGO QUE SIEMPRE HAY OVEJAS NEGRAS EN EL REDIL, Y HASTA QUE LOS DESCUBREN Y LOS EXPULSAN, HABRÁN APROBECHADO ESTAS OCASIONES PARA DESCARGAR SU IRA.
Entre unas cosas y otras, en esta huelga habrá de todo menos práctica de nuestro derecho a la libertad.


Dedicado a todos esos niñatos/as que se meten en las manifestaciones y huelgas para pegarse una juerga a base de violencia de todos los tipos.



Por: L. R. L.

martes, 4 de mayo de 2010

Piensa por ti mismo/a.

La influencia de un grupo puede ser en muchos casos un freno para nosotros mismos. Pensar como la mayoría no tiene nada de inteligente o de interesante. Esto pasa en todos los ámbitos, política, música, ideologías, la gente se aferra a las ideologías de los demás para no sentirse desplazado, pero yo quiero hablar de algo en concreto: Cuando la ideología de un grupo de amigos interfiere en las relaciones sociales.
Que uno de los componentes de un grupo se lleve mal con alguien esto no significa que el resto por inercia deba hacer lo mismo. Si no conocemos a la persona juzgada, o la conocemos pero no lo suficiente, no tenemos que cerrarnos a ella por ese motivo. La fuerza de un grupo social hace que se creen rivalidades basadas en supuestos y creaciones verbales a partir de puro humo. La gente siempre merece una oportunidad y más cuando a nosotros no nos han hecho mal alguno.
Vivimos en un país al que le fascina el cotilleo, no nos engañemos, es así en la mayor parte de los casos. A la gente le encanta hablar de los demás, un amigo puede hacer que nos caiga mal otra persona o que lo veamos ridículo simplemente con sus comentarios hacia dicho individuo. Pese a que crecemos y somos adultos sigue pasando lo mismo que cuando iba al instituto.
Recuerdo como marginaban socialmente a uno de los que hasta ahora sigue siendo un buen amigo mío. Se reían de él porque estaba gordo y porque estaba mas aniñado que los demás. Le hacían bromas de mal gusto todo el tiempo, apenas hablaban con él, las chicas ni se le acercaban. Yo nunca he sido popular, estaba entre la gente que pasaba desapercibida, y a mi el muchacho me caía bien, no entendía porqué lo humillaban de esa forma, porqué le hacían el vacío. La cosa llegó a tal punto que en varias ocasiones interferí para evitarle alguna paliza ya prevista por los chulillos de la clase.
Aún más cruel recuerdo en mi niñez a una niña a la que llamaban “Carmen, la pestosa”
Era una chiquilla que vivía de la caridad de las monjas. No tenía familia o esta estaba desestructurada. Las monjas no las cuidaban bien porque a veces olían mal las niñas o estaban desaliñadas. Esta chica sufrió vació en clase desde que entro en 1º hasta que salió en octavo. La clase participaba de burlas y toda clase de vejaciones hacia esa niña. Yo jamás formaba parte de ellas. Si me tenia que sentar a su lado con gusto lo hacia, y me importaba un carajo que el resto siguiera la corriente a los demás.
Volviendo más al presente, hace unos años me vi metida en una especie de complot sin comérmelo ni bebérmelo. Entre dires y diretes me metieron en una historia en la que decían que yo había dicho cosas sobre una chica que apenas yo conocía. El caso es que me hicieron el vacío, y yo decidí alejarme de esa gente porque al fin y al cabo no eran muy importantes para mí. Los mas adultos no entraron al trapo, hoy me llevo estupendamente con todos ellos, pero claro estamos hablando de personas de 30 y pico años. De los jovencillos no sé nada, les perdí la pista, pero que tampoco he hecho por retomar ningún tipo de relación con ellos.
Hay otro factor importante en todo esto: La educación. A mi me tienen que hacer algo muy gordo para que yo le retire el saludo a una persona y hasta ahora en todos los años de mi vida sólo me ha pasado una vez. Pues bien, imaginaos todo un grupo que le retira el saludo a alguien por el simple hecho de que uno de los componentes decide hacerlo. ¿Absurdo no creéis? Sé hasta que punto puede llegar la presión social llevando al individuo quizás parcial, entrar al trapo por el simple hecho de “o estas con nosotros o estas contra nosotros” Y digo yo, ¿que clase de amistades son esas que te hacen elegir como si formaran parte de una mafia?
Somos seres sociales y libres. Tenemos criterio propio. Pensar no cuesta dinero, ni tener tus propias ideas tampoco.
-Las parejas:
Cuando una pareja se rompe, parece que hay que posicionarse de un lado o de otro. Si tengo una pareja de amigos y me entero de que el chico le pega a la chica, esta claro que la amistad con el chico no me interesa. Pero si ya son cuestiones entre ellos, aunque hayan acabado mal, eso a mi no me concierne. Si ninguna de las dos partes me ha hecho nada a mi, ¿quien soy yo para juzgar y desaprobar a una de las partes?
Viví con un chico durante un año y pico, éramos pareja. Él se integro perfectamente en mi grupo de amigos. Cuando la historia se acabó no busqué que mis amigos lo rechazaran, al contrario. Les anime a que si querían quedar con él me parecía estupendo. Han pasado un par de años de esto y tengo una relación muy cordial con mi ex. De hecho lo veo y le pregunto que tal esta él y su familia. No guardo nada de rencor porque odiar a alguien es una pérdida de tiempo y algo que sólo te va a hacer daño a ti mismo y no a la persona que odias. Una pareja puede llegar a hacerse mucho daño, son los efectos colaterales del amor, y a no ser que de por medio haya malos tratos, ese dolor que padecen es exclusivamente de ellos. Por desgracia, la gente no se mantiene indiferente y escucha una y otra vez los lamentos de una persona herida. ¿Qué pasa con esto? Pasa que si te tira mas una parte que otra, terminas por cerrarte a la otra persona. Lo mas gracioso del asunto es que en muchas ocasiones la ruptura no es definitiva. Tú te metes en algo que no te incumbía, te cae mal esa otra persona y resulta que tu amigo/a ha arreglado sus diferencias y tú a causa de dejarte llevar, ya que no es amor lo que la otra persona te inspira, te sigue cayendo mal, sin razón alguna. Lo que también puede llegar a un distanciamiento de las amistades que se posicionaron en su momento, con lo cual puede llegar incluso a la pérdida de las relaciones con ambos miembros de la pareja.
Todo esto me parece terriblemente infantil. Pero así actúan muchísimas personas. Se dejan llevar olvidando su propio criterio y lo que es peor, que esa persona no te ha hecho absolutamente nada a ti.
-Las apariencias:
Un comentario, una forma de vestir, una forma de comportarse en un determinado momento puede hacer que en cuestión de minutos una persona te caiga mal. Todos tenemos un mal día, o hacemos comentarios indebidos alguna vez, pero esas simplezas no forman parte de todo lo que somos nosotros. La mojigatería es otra cuestión de la que tengo que hacer especial hincapié. He comprobado a lo largo de mi vida como gente de mi edad rechaza de forma machista (tanto hombres como mujeres) a féminas que gustan de ataviarse con vestimenta provocativa. O gozan de una libertad sexual sin tapujos. Los comentarios “esa es un putón” siempre me han raído las tripas. Si no se hace daño a otra persona con esto: ¿Por qué hay que posicionarse hacia la perspectiva de nuestro entorno? ¿A caso no vivimos en una sociedad libre en la que cada uno puede expresarse, vestirse o actuar (sin hacer daño a nadie) cómo desee? La envoltura no representa a una persona, una persona se compone de muchísimos mas valores, por tanto, si mi entorno rechaza a otro/a por este motivo, yo personalmente no sigo la dinámica del grupo. Si no que si tengo ocasión de conocer a dicha persona, la conoceré librando mi mente de prejuiciosos comentarios para decidir por mi misma si me es grata o no.
En conclusión, no vivimos en el país de las gominolas en el que todos debamos ser amigos de todos, pero al menos sí pensar con nuestro propio cerebro, sí pensar con nuestro propio razonamiento y no con el que nos presta nuestro entorno o grupo de amigos.

L.R.L.

miércoles, 3 de febrero de 2010

San Valentín, una gran mentira.

¿Sabe alguien quién coño fue San Valentín? y ¿por qué celebramos su día con tanta pasión?, pues para quien no lo sepa San Valentín según la wikipedia:
“San Valentín, que sería ejecutado un 14 de febrero al no querer renunciar al cristianismo, y haber casado a parejas en secreto después de que el matrimonio fuese prohibido por el emperador Claudio II. Otra leyenda dice que es patrono de los enamorados porque su fiesta coincide con el momento del año en que los pájaros empiezan a emparejarse”.

Qué bonito ¿verdad?, pero seguro que hemos celebrado San Valentín, incluida yo, año tras año sin saber siquiera quien o por quien debemos este “día tan especial”.
En San Valentín todos nos volvemos locos, los que no tienen pareja porque se lamentan no tenerla y ver que todo el mundo está celebrando San Valentín menos el/ella y los que si tienen pareja, porque tienen que comprar rosas, hacer una cena super especial y regalarse anillos, pulseritas, calzoncillos y bragitas con corazones, ositos de peluche con un corazoncito que pone “amorcito mío”, piruletas de corazones, cajas de bombones con forma de corazón… vamos, que te vas al Carrefourd, que casualidad, que desde dos semanas antes lo ves todo de color de rojo, que supuestamente es el color del amor y de la pasión, cosa que no entiendo porque para mí el color rojo es el color de la sangre y cuando se ve la sangre es porque está fuera del cuerpo, donde debería estar circulando, es decir, que si se ve esa sangre es porque ha salido del cuerpo y normalmente eso produce dolor a la persona/animal, a quien pertenezca la susodicha, por lo tanto para mi, el color rojo no es el color de la pasión, es el color del sufrimiento, del dolor, de la tristeza…
Pero dejémonos de sentimentalismos, como iba diciendo, estos día entras a cualquier gran almacén y lo ves todo inundado de “gilipolleces” que puedes y repito PUEDES, no DEBES (que son dos verbos diferentes y con diferente significado) comprar, ves cosas que puedes regalar a tu ser amado y ahí entra otra vez el dichoso consumismo, que tanto nos imponen los medios de comunicación. Pero vayamos por partes:

Las rosas: vale, estamos de acuerdo en que las rosas son bonitas y alegran mucho verlas, pero a que cuando se empiezan a pudrir no son tan bonitas. ¿Sabéis que existen invernaderos especializados en el cultivo de flores y entre ellas las rosas? Y no os hacéis la pregunta de ¿por qué? ¿las rosas, a caso se comen?. Estos invernaderos son unas máquinas de polución impresionantes, entre fertilizantes, insecticidas, por no hablar del delito paisajístico que son… causan más daño que benefio, bastante tenemos ya con los invernaderos de frutas y hortalizas, como para que también nos pongan invernaderos de flores, sólo para que el día de San Valentín pueda regalarle Gordito un ramo de rosas a Gordita. Las rosas están más bonitas en los rosales de nuestros jardines, parques y campos que metidas en un florero en la ventana de la cocina ¿no?

Los anillos, ositos, bragitas con corazones… ¿me puedo reir ya? Por favor… XD.

¿No tenemos suficiente con cumpleaños, aniversarios, santos, Reyes y Santa Claus, Día del padre, día de la madre… ¿Sigo? como para también tener que regalar cosas en un día que no sé ni por qué se celebra realmente?

El Día de San Valentín lo inventaron los negocios para hacer negocio, mi padre dice que lo inventó el Corte Inglés, pues mira, no le quito veracidad. Pero los tontos somos nosotros que hacemos caso a todo lo que nos imponen los medios de comunicación, que nos dicen en la tele: “se cuece mejor con Avecrem”, pues vamos y nos compramos 5 paquetes de Avecrem que se lo echamos a todo lo que hacemos en la cocina; que se han puesto de moda las casa rurales, todo el mundo a pasar sus vacaciones a una casa rural, aun que te gustaría más ir al apartamento de la playa de to la vida, que encima, te sale gratis porque es de tus tios. Y ahora nos dicen, Feliz San Valentín, tenemos relojes de corazoncitos a juego para la el Gordito y la Gordita!¡ por favor compraros los relojes! aunque luego miréis la hora en el móvil!!! Que lo dice la tele! Que es un ser muy sabio que sólo mira por nuestro bien!! Y si nos dice también que se ha puesto de moda regalar rosas azules, aunque no existan y las tengan que teñir artificialmente y aunque también, a la Gordita le gusten más las margaritas que crecen en la Vega de Granada, ¡pues no! Gordito le compra un ramo de rosas azules que esa es la tradición que ha creado El Corte Inglés para hacer más felices nuestros días. FELIZ SAN VALENTÍN!

jueves, 7 de enero de 2010

Ir de compras, una felicidad pasajera.

¿Por qué tenemos la necesidad imperiosa de ir de compras?
Parémonos un momento a pensar, ¿Qué me satisface a mi de ir de compras?, en realidad no necesitamos tanta ropa en los armarios, no nos da tiempo a ponérnosla, es más bien la “sensación de felicidad” que nos crea el hecho de ir de compras, pero no nos engañemos, estamos hablando de una felicidad pasajera, algo vanal, no sé realmente si está relacionado con el sexo femenino pero el hecho de probarnos ropa, mirarnos en los espejos con diferentes modelitos y vernos guapas nos descarga “adrenalina” . Luego llegamos a nuestra casa, colgamos toda la ropa en el armario, después de habernos gastado más de lo que deberíamos, nos sentamos a ver la tele y ¿qué tenemos? ¿qué sentimos? NADA. Ese es el sentimiento que te queda después de haberte gastado 100 euros o más en ropa en cuestión de un par de horas, no tenemos nada, porque en realidad no lo necesitamos, no es un coche porque no tenía coche, no es un sobrino, un amigo, un novio, un trabajo, un aprobado… no es nada, es la misma sustancia superficial, artificial y superflua que colgaba antes de nuestras perchas ¿la ropa te divierte? ¿te cuenta chistes? ¿te dice que te quiere? Puedes salir con ella a tomarte un café o te aprueba un examen… NO, no te sirve de nada tener un armario con 4 modelitos casi idénticos de cada cosa, 9 pantalones igualitos, 6 faldas que parecen clones, 8 camisas que en lo único que se diferencian es en el color y sin contar botas, zapatos, sudaderas, camisetas 1000… buff me canso sólo de saberlo. Yo la verdad sinceramente lo único que pienso al gastarme mucho dinero en ropa que no necesito, es que ese dinero no me lo voy a poder gastar en otra cosa, como en ir al cine, salir con mis amigos, ir a cenar, ver un concierto o simplemente hacerle un regalo alguien que te importe porque eso sí que me va a crear un estado de felicidad que no va a ser pasajero. ¡Disfrutad de las rebajas!